28 de septiembre de 2014

Copa del Mundo Maratón - Sella Ronda Hero 2014





80 kms y 3700m+...!!! Los datos con los que abro esta fabulosa entrada no se corresponden con los de la ultramaratón Sella Ronda Hero, ni esta primera foto en la que aparecen dos tipos exaustos a los que no les entra el bocado tras deshacer esa terrible cifra tampoco... Pero ambas serian determinantes y tienen mucho que ver con la crónica que aquí os dejo...


No contentos con participar en una de las maratones mtb mas duras de Europa siempre con el permiso del "Raid Cristalp" y "Salzkammergut" , decidimos prolongar nuestra estancia en los Alpes italianos para remachar cada una de sus regiones cruzando sus valles y cumbres a través de un recorrido ciclomontañero duro como pocos en el mundo. De esta manera nuestra primera incursión en este jardín de roca, lo emplearíamos como etapa prólogo a esta deseada carrera ya que la logística no nos permitía llevar a cabo este faraónico proyecto de otra manera. Con una dureza extrema conseguimos llegar a la localidad de Selva di Val Gardena a coger nuestro dorsal para el día siguiente donde tendría lugar nuestro principal objetivo, la "Sella Ronda Hero", a priori etapa reina de esta travesía... y digo a priori porque el final de esta historia terminaría siendo harina de otro costal... 



Había llegado el día esperado y las ganas de posicionarnos en nuestro cajón de salida contrarrestaban el poco descanso que el nerviosismo y nuestras agotadas piernas nos habían permitido la noche anterior.





El ambiente es único y la expectación máxima. No todos los días se tiene el privilegio de participar en una prueba así y menos aun en un entorno como este. La parrilla se convierte poco a poco en una marea de 4000 bikers esperando ese pistoletazo de salida que les haga salir a la caza de los pro como si de una cacería inglesa se tratara.



La espera se hace larga. La megafonía va dando las instrucciones pertinentes y programando las salidas para cada categoría. A nosotros aun nos queda, asi que aprovechamos para coger una buena posición en nuestro cajón, comer algo e hidratarnos mientras  entablamos triviales conversaciones con otros participantes, algunos de ellos llegados desde más lejos que nosotros.





Últimas fotos aun con cada músculo en su sitio y una sonrisa que se iría apagando a medida que superábamos cada uno de los cuatro tremendos puertos de la jornada. Al contrario de otras marchas la salida de los participantes es contenida y antes de dejar de oir los gritos y aplausos del público ya me veo obligado a meter molinillo al salir de una curva asfaltada que nos sacaría de la pequeña población de Selva di Val Gardena.






La comodidad del asfalto dura poco y pronto pasamos a una pista arbolada cada vez más rota que va cogiendo altura rápidamente ofreciendo unas vistas increíbles del valle.





La marcha se endurece sobremanera y empezamos a darnos cuenta que esto no es de broma. En menos de 6 kms sumaríamos los primeros 750m+ de desnivel por suerte aun ciclables a pesar de las obras de acondicionamiento de la estación de ski de Dantercepies que da nombre a este primer coloso que pretendemos superar.








Miramos hacia atrás y el pelotón está cada vez más y más estirado. Algunos incluso echan su primer pie a tierra. Nosotros a pesar del severo palizón del día anterior mantenemos el tipo como podemos mientras buscamos la trazada más adecuada para restar algo de dureza a la subida o evitar algún inevitable tropiezo con otro compañero.






No se que nos asombraba más, si la facilidad para ganábamos altura o los tremendos picos aun nevados que asomaban mostrando el auténtico paisaje dolomítico tantas veces antes soñado.






Coronamos apretando los dientes y rápido soltamos frenos dejándonos caer por una pista bastante suelta que se convertiría más tarde en un divertido sendero que nos haría cruzar el paso Gardena.




Llegamos a Corvara y primer avituallamiento. De momento seguimos enteros pero no dudamos en comer algo y reponer líquidos. Nos lo tomamos con cierta calma a sabiendas de lo que aun queda.






De nuevo usamos el asfalto para salir de núcleo urbano y para cuando nuestra retina se clava en un rampón imposible a izquierdas, seguidamente asoma una flecha que nos indica que no hay escapatoria.






De nuevo volvemos a deshacer un desnivel inusual para nosotros. Nuestras piernas se aprietan y nuestra cabeza flashea continuamente con imágenes del día anterior que nos llenan de optimismo haciendo pensar que si no nos cebamos podremos con eso y con lo que viene.








Poco queda ya del pelotón y poco a poco la gente va agrupándose en función de su condición acomodando su pedaleo al de otros corredores que al parecer vienen con las mismas pretensiones de carrera.





Pralongia es nuestro siguiente destino y la Marmolada testigo de nuestro sufrimiento. Creo que nunca antes en mi vida he rodado por un lugar semejante por lo que aprovecho para disfrutar en lo posible del paisaje cuando los porcentajes de subida se disparan obligándonos a echar pie a tierra.







Una vez arriba comienza uno de los descensos más técnicos del día. La pista de gravilla se alterna con senderos bastante rotos y trialeras imposibles en las que hasta bajar andando es una odisea entre tantos ciclista loco, algunos de ellos campo a través abriendo vía ante los inevitables tapones que se forman.





El perfil en este paso es bastante quebrado y hace que los kms se doblen en dureza convirtiendo este passo Campolongo en eterno. Los tremendos repechos enraizados y la nieve hacen el terreno impracticable y nos hacen bajarnos continuamente de la bici.






Por fin conseguimos llegar a Araba. LLevamos ya varias horas y apenas hemos cubierto la mitad del recorrido. Consultamos el perfil y parece ser que empieza lo más duro cosa que ya se nos llega incluso a parecer extraña porque no entendemos que más puede estar por llegar.






Para muestra las fotos, aunque normalmente no hacen justicia se puede apreciar el brutal desnivel, 8 infernales kms de los que no conseguimos cubrir prácticamente ni un solo metro montados ningún participante. Más tarde sabríamos que los profesionales poco más conseguirían hacer.






A una velocidad media de 3kms/h empleamos casi 2 horas en superar este interminable muro mientras nos preguntamos si existe manera humana de entrenar para esto.






Aun así queda tiempo para recuperar el aliento, disfrutar del impresionante paisaje e incluso de echar alguna risa que a malas penas conseguimos sacar del cuerpo.






Para terminar de dorrotar a este monstruo de dos cabezas tendríamos que hacernos con la segunda de sus cumbres que no es otra que el mítico passo Pordoi. Aunque de menor envergadura, tendría la dureza suficiente para machacarnos haciendo honor a su nombre. Ni su pavimento hormigonado sería suficiente para mantener un ritmo llevadero.




El descenso sería igualmente duro. Interminables pistas donde los frenos ya no rendían y nuestro cuerpo casi dolía ya más que las piernas o estrechos senderos embarrados eran el empachoso menú de ese medio día. Las fuerzas flaqueaban y los corredores caían incluso en los pasos menos comprometidos.





Canazei sería el último punto de avituallamiento donde coger fuerzas y hacer ejercicio mental para intentar rematar la faena. Parece mentira que llevemos tantas horas y terminar con ciertas garantías es el principal objetivo.



Salimos a ritmo en busca del passo Duron. Si bien no sería la más dura si que sería la más técnica y exigente con diferencia, además el dolor de espalda y algún pequeño problema mecánico no ayudaron demasiado en este tramo final.




El goteo de participantes no cesa y anima a no parara a pesar de todo. Diego saca distancia y yo me dedico a conservar, mis riñones se resienten y mi rueda totalmente frenada hace que tenga que emplearlos más de lo necesario para remontar este último puerto.Ahora empiezo a entender porque en la pancarta de salida ponía "nacidos para ser héroes"





Finalmente y no con poco sufrimiento intuimos en la lejanía nuestra meta y siguiendo el eco de la megafonía conseguimos llegar a meta poniendo punto final a este ansiado sueño,  pesadilla montañera por momentos, que a muy buen seguro quedará grabado en nuestra memoria para siempre.






Las caras lo dicen todo... Aprobado el examen, ya estamos preparados para proseguir con nuestra "Grande Ronda Dolomiti".










1 comentario:

  1. Joder, me duelen las patas solo de mirar las fotos, y la mandíbula de la sonrisa tonta y babosa que se ha quedado durante 5 minutos.
    ¡ Menudo sueño hecho realidad !
    Las fotos de la salida destilan ilusión y nerviosismo intuyendo lo que estaba por venir.
    Felicidades nuevamente, habéis conseguido algo imborrable.

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