2 de septiembre de 2016

UltraTour de Picos de Europa


¨Picos de Europa¨, referente nacional y natural de manera indiscutible por su inigualable belleza, nos abre las puertas del reino de la roca viva a la que con casi total seguridad sea la travesía a pedales más exigente de nuestro territorio. Su escarpada orografía no lo pondrá fácil para deshacer los algo más de 450 kms y 16.000m+ (algunos de ellos a pie) en 6 etapas, datos que aunque a priori parecen irreales, el minucioso estudio de esta travesía y la aportación de otros valientes en algunos de sus tramos nos hacen pensar que su finalización será posible, abriendo así otra de las grandes vías ciclomontañeras como ya tuvimos oportunidad de realizar en sus casi gemelos Montes Dolomitas con la mayor de las suertes.


Con la incertidumbre ante lo desconocido llegábamos a Espinama en pleno macizo de Andara donde daría comienzo esta locura ciclomontañera. En esta jornada prólogo nos acercaríamos a Fuente Dé, una de las grandes puertas de acceso al parque nacional de Picos de Europa para ver de primera mano que tipo de terreno nos encontraríamos.





Usamos el funicular y en pocos minutos ganamos 800m positivos para obtener una mejor perspectiva de la zona.



Tras un breve paseo por las cotas altas confirmaríamos lo que durante meses antes habíamos estudiado. Terreno extremadamente vertical en el que solo las pistas usadas por los 4x4 daría cierta tregua a nuestro pedaleo. fuera de ahí la travesía se convertiría en una auténtica aventura  como bien podríamos comprobar en la primera de las etapas.



Mires donde mires este inmenso jardín de roca todo lo abarca y las pequeñas poblaciones que lo salpican parecen en ocasiones inaccesibles.


 


Para algunos habitantes locales este terreno resulta de lo más acogedor y cómodo.




1ª Etapa: Macizo oriental ó de Andara.


FICHA DE RUTA:                                                                                                   

-Fecha: 3/09/2016
-Descripción: 
-Distancia: 72 kms
-Duración: 8h
-Desnivel+: 3200m
-Cota máxima: 1750m
-Dificultad física: alta
-Dificultad técnica: alta
-Track: 

CRÓNICA:                                                                                                                           

Aunque la idea original era dar comienzo a esta travesía desde lo alto del cable de Fuente Dé a fin de suavizar el durísimo trazado de esta primera etapa, finalmente optamos por partir desde Espinama.


Siempre siguiendo el curso del río Nevandi y con l aPeña de Oviedo como punto de referencia deshacemos este desnivel extra por una pista que en ocasiones alcanza porcentajes bastante elevados poniendo en aprietos nuestras aun frias piernas que no consiguen coger el tono ante tal exigencia.



Solo cuando alcanzamos las Invernales de Idegri donde confluyen otras pistas que bajan de las pequeñas poblaciones que salpican la peña, parece que el terreno se vuelve algo más favorable.




Finalmente conseguimos alcanzar los famosos puertos de Áliva donde su famosa hermita de las Nieves nos regala una de las postales que nunca falta en cualquier guía de Picos de Europa.



En estas cotas el reloj parece detenerse y nos muestra un ritmo de vida muy distinto al que estamos acostumbrados. Es de agradecer que aun queden rincones ajenos a la mano del hombre.



Las cuchillas del Alba flanquean este impresionante paisaje cárstico formando un embudo natural que nos lleva hasta las Invernales del Toro.

 

Atravesamos la Curvona y aprovechamos para repostar agua junto a una aldea abandonada en la confluencia del río Duje y Riega del Cabaú.



Tras una larga bajada giramos dirección este dejando el valle de Pandébano a nuestras espaldas y remontamos el valle del Toral que nos conduciría en su primera parte hasta Sotres.



Emulando a los profesionales de "La Vuelta" seguimos sumando metros siempre por carretera hasta alcanzar el Jitu Escarandi.



En este punto desviaríamos el rumbo para hacer un pequeño bucle, que aunque sin sentido visto en el mapa, sabíamos que escondía uno de los mayores tesoros por descubrir en nuestra travesía.



Empleándonos más de lo esperado y en ocasiones a pie conseguimos alcanzar el Casetón de Andara a 1725 m, pequeño refugio guardado anclado en este nido de águila donde vivío sus mejores días en los años en los que la industria minera explotaba estas montañas con la estracción de carbonato de cinc, cobre, hierro, plomo y carbón.



Tras un fallido intento de coger agua en una de las bocaminas abandonamos este bello rincón a la sombra del pico san Carlos y tomamos un sendero que terminaría por convertirse en pista y que nos dejaría cerca de Bejes al que pretendemos acceder por una ruta más abrupta y panorámica siguiendo el curso del Arroyo de Valdediezma.



En un abrir y cerra de ojos cambiaríamos la roca por un frondoso bosque de Llama que nos devolvería al Jitu Escarandi una vez remontada la durísma pista de las Majadas que nos remató, pues aun habiendo estudiado el trazado no contábamos con ella.



Desde allí buscaríamos la pequeña población de Tresviso, última parada para mortales atravesando el valle del Sobra donde por suerte conseguimos agua de un caño a medio puerto. A nuestras espaldas asoman los Urieles con sus afilados picos avisándonos de que las siguientes jornadas no serían nada fáciles.



Salimos de Tresviso mentaliados de que los siguientes kms serían realmente penosos. Urdón no queda lejos, pero el terreno y sobre todo el desnivel son abrumadores incluso para hacerlos a pie.



Infinidad de buitres leonados sobrevuelan nuestras cabezas durante todo el trayecto como si esperasen que cayéramos en este pozo sin fondo.



Cuando creíamos haber ganado terreno, llegamos al balcón de pilatos y el sendero serpentea valle abajo pareciendo por momentos caer al vacío.



Solo cuando alcanzamos la central hidroeléctrica nos vemos libres de esta tremenda trampa. Aprovechamos la carretera que lleva hasta la Hermida para soltar piernas y comer algo al tiempo que redibujamos el recorrido en vista de lo que queda por delante y el tiempo del que disponemos ya que tras finalizar la etapa deberíamos hacer un traslado de casi dos horas hasta el macizo occidental.



Decidimos remontar el barranco de la Hermida hasta la bonita población de Bejes y desde allí poder ver otra panorámica del macizo oriental.



Una vez alcanzado el alto de los Panizales y a las puertas de la terrorífica subida a Collado Pelea volvemos a perder cota rápidamente en busca de nuestro final de etapa en Potes, dejando esta dura batalla para el futuro proyecto "TransHispania" a su paso por estas tierras. 


Imposible mejor final que relajarnos en las frías aguas del río Deva.




2ª Etapa: Macizo occidental ó Cornión.


FICHA DE RUTA:                                                                                                   

-Fecha: 4/09/2016
-Descripción: 
-Distancia: 91 kms
-Duración: 
-Desnivel+: 
-Cota máxima: 1150m
-Dificultad física: alta
-Dificultad técnica: alta
-Track: 

CRÓNICA:                                                                                                                           

Con las piernas anestesiadas de la primera etapa llegamos a la recóndita población de Soto de Sajambre y casi con la misma sensación, si no peor, amanece el segundo día. La etapa de hoy tiene una pequeña encerrona en forma de cuatro kms de montaña pura y dura que marcarían totalmente el ritmo de la etapa. Con esa inseguridad salimos de Soto para siempre en sentido ascendente como era de esperar.



El track sigue una larga pero bonita pista que recorre el bosque de Sajambre siempre rodando entre porcentajes asequibles que rara vez se endurecen. Algo más de una hora nos llevaría alcanzar otro de los puntos clave de esta travesía. Vegabaño y su gendarme Peña Santa son uno de esos lugares en los que todo aficionado a la montaña debería pasear alguna vez, un remanso de paz sin igual.




De las dos opciones posibles, senda del Arcediano o senda de la Jocica nos decantamos por esta última ya que aunque mucho menos ciclable posee una longitud bastante inferior a la primera. Para ello debemos dirigir nuestras pedaladas hasta el collado Barcinera donde ya no volveríamos a montar nunca más en nuestras bicicletas hasta Amieva.



En su primer tramo perderíamos toda la cota ganada hasta el momento adentrándonos en lo más profundo del valle Angón. Por momentos la vegetación lo inunda todo y la senda se difumina hasta desaparecer por completo en auténtico caos de helechos y roca en el que solo las vacas que disfrutan de este verde buffet libre parecen poder abrirse paso con facilidad. Nosotros ante tal circunstancia ya prevista cambiamos nuestro calzado por zapatillas de trail mucho más cómodas para llevar a cabo esta gesta.



Absolutamente atrapados y tras unos largos minutos de tensión el que vemos imposible salir de este vergel decidimos seguir el curso del río Dobra que a pesar de carecer de margen se presenta como la opción más favorable.



Cansados de empujar sin rumbo observamos al otro lado del río una senda a la que nos agarraríamos como a un clavo ardiendo y que tras varios cambios de orilla parecía ser la buena.


 
Con la bici al hombro o empujando vamos sumando metros de manera lenta pero firme.



Al fin encontramos la barandilla que buscábamos en las alturas y que nos conduciría por un estrecho desfiladero hasta el paraje del Carombo donde la presa de la Jocica recoge las aguas del Dobra.



Exhaustos aprovechamos este bonito lugar para descansar, comer algo y volver a cambiar de calzado. Es inevitable no dirigir la mirada hacia ese tremendo glaciar de roca donde el mirador de Ordiales y demás cumbres de renombre que todo lo dominan. Desde allí hasta Amieva vertiginoso descenso y pista favorble que prácticamente nos acompañaría hasta cambiar de valle.



Amieva, San Román o Sames son algunos de los pequeños pueblos desperdigados por este precioso valle del que conseguiríamos las mejores vistas una vez alcanzado el mirador de la Collada.



Siempre serpenteando a media ladera por el valle de Amieva llegamos finalmente al puerto del Pontón que nos conduciría hasta la turística localidad e Cangas de Onís, ya visitada en viajes anteriores y donde solo la clásica foto junto a su puente romano nos haría perder algo de tiempo.



Las horas pasaban volando y ya estaba bien entrada la tarde sin haber abordado aun el segundo plato fuerte del día, la subida a Lagos de Covadonga. Teníamos conocimiento de que la mitad del puerto se podía realizar por una antigua pista, pero los más de cincuenta kms que aún restaban y un una avería mecánica en la suspensión trasera de uno acompañado de un fuerte dolor lumbar del otro, nos hace decidir abordar el puerto en su totalidad por carretera, que no era poca cosa.



Las fuerzas se van acabando para cuando alcanzamos la zona más dura conocida como "la Huesera" y un calor abrasador impropio de estas latitudes y fechas hace que suframos más de la cuenta y que sea poca toda el agua que podamos beber.

 

Al llegar al mirador de la Reina tomamos constancia de la altura que hemos alcanzado divisando cada valle y pista que recorre esta maravillosa tierra de rincones únicos como la majada de Belbín.




El lago Enol primero y el Ercina después se presentan como un auténtico trofeo e inmejorable lugar para descansar y saborear esta larga subida.




Rapidísima bajada hasta Benia de Onís en la que nos parece mentira todo lo que hemos subido. Desde este punto hasta el final de etapa en Arenas de Cabrales quedan treinta kms en los que aun eligiendo la opción más facil sufrimos en las piernas los continuos toboganes que poco a poco van sumando más desnivel y restando fuerzas. Son casi las siete de la tarde y tras doce horas de ciclomontañismo llegamos a los Urieles.



3ª Etapa:Macizo central ó de losUrieles.


FICHA DE RUTA:                                                                                                   

-Fecha: 5/06/2016
-Descripción: 
-Distancia: 67 kms
-Duración: 7h
-Desnivel+: 
-Cota máxima: 
-Dificultad física: alta
-Dificultad técnica: alta
-Track: 

CRÓNICA:                                                                                                                           

Amanece en Cabrales, punto neurálgico de los Picos de Europa, a caballo entre el Andara y los Urieles. Aunque esta última etapa se presentaba como la más sencilla en todos los aspectos sabíamos que no podíamos bajar la guardia como efectivamente finalmente resultaría.


Salimos con las primeras horas del día con dirección a Poncebos donde comienza la "ruta del Cares", una de las joyas naturales que encierran estos tremendos picos. La idea es entrar al amanecer para no coincidir con los senderistas debido a lo estrecho y expuesto del sendero que recorre todo el valle hasta Cain.




También conocida como "garganta divina" esta farahónica obra de ingeniería fué construida en 1916 y ampliada en 1950 para el mantenimiento de la central hidroeléctrica de Camarmeña. Una vez abierta se utilizó durante muchos años como puente de comunicación entre Asturias y León evitando así el largo trayecto que suponía la escabrosa orografía de la zona.



En nuestro caso realizamos un primer tramo menos conocido. Sale una vez pasado el puente de la Jaya y desciende hasta las entrañas del río Cares para posteriormente volver a remontar a la altura de Pregueles. A pesar de no ser la ruta habitual y de su gran exigencia esconde algunos de los rincones mas bellos del trayecto.




Tras algunos kms realmente duros conseguimos alcanzar el sendero tradicional de porcentajes y firme mucho mas llevaderos. El sendero se estrangula continuamente entre la caliza dejando estampas realmente bellas. 




Conforme más nos adentramos, más angosto se vuelve el recorrido, aparecen las galerías talladas en la roca y las paredes casi llegan a juntarse en su tramo final.





El puente del Bolín el de los Rebecos marcan el tramo final de la travesía en su llegada a Cain.



A la entrada al pueblo vuelve a abrirse el terreno asomando de nuevo esos característicos picos calizos como el Torre Santa o Monte Corona que nos acompañarían en el duro trayecto por carretera pasando por el Chorco de Lobos.




El mirador del Tombo con sus increíbles vistas marca el ecuador de este duro puerto con el que no contábamos y que solo se hace más llevadero en su tramo entre Casielles y posada de Valdeón, otra de las puertas de acceso al al parque nacional.



Como lugar estratégico que es este pueblo aprovechamos para comer algo y retomar el aliento para afrontar la larga ascensión del día, el puerto de Pandetrabe hasta la Portilla de la Reina.



Contentos con emular a los ciclistas locales volvemos a tomar rumbo norte y sumamos algunos kms más ya por pista hasta el collado de Horcados de Volcavao punto en el que de ir a pie continuaríamos durante un agradable paseo hasta alcanzar el archifamoso collado Jermoso. Nosotros nos conformamos con la infinita panorámica y nos dejamos caer cambiando el valle de Valdeón por el de Liébana en un abrir y cerrar de ojos.




Poco a poco empezamos a reconocer la silueta de las montañas por las que realizaos nuestro reconocimiento a nuestra llegada y divisamos en la lejanía Fuente Dé al cual llegamos con la sonrisa en la cara por el reto conseguido que tantas veces habíamos trazado en nuestra cabeza y que hoy por fin conseguíamos añadir a nuestro historial como una de las mejores rutas que hayamos podido realizar.



Esta es la imagen de la victoria y de una gran amistad sin la cual nada de esto hubiera sido posible.


FIN

7 comentarios:

  1. Espectacular testimonio como siempre

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  2. Espectacular testimonio como siempre

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  3. Son ya varios años leyendo las crónicas, disfrutando las fotografías y admirando en su conjunto las aventuras que afronta Pedro con la bicicleta.
    Todo un explorador vital que colecciona sensaciones, descubridor incansable de paisajes y conquistador de rincones no frecuentados.
    Y de pronto, osado de mí, me encuentro compartiendo con él una de esas experiencias, magníficamente planificadas, con etapas singulares, agotadoramente hermosas, con horas de pateo con la bici a la espalda (ya sea trepando por pedrizas o bajando por el cauce de arroyos), incertidumbres, risas, situaciones abracadabrantes y sobre todo, satisfacciones inconmensurables.
    Vamos, que he pasado de estar sentado frente a la pantalla, viendo a Luke Skywalker, a compartir mandos con él en el Halcón Milenario.
    Experiencia sin parangón que solo conocen otros afortunados sufridores que le han acompañado en situaciones similares.
    Las fotos solo son la captura de un instante cada hora, y el resto de los 3.599 segundos de cada hora quedan para quien lo vive en primera persona.
    ¡ Felicidades, Pedro, por tu ilusión, planificación y conquista de cada nuevo territorio !

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  4. Bonitas palabras compañero... sin caer caer en falsos reconocimientos alabanzas he de decir que esta ruta que llevaba años en mi cabeza no hubiera podido terminarla sin ti, sin tu fuerza y tesón para afrontar el duro recorrido, sin tu cabeza imperturvable a pesar de las penurias o apuros que una travesía de esta magnitud conlleva y sin tu gran humor en todo momento que tan agradable ha hecho estos días a pesar del sufrimiento. doy gracias al día que nos conocimos, el cual ya preveía que nuestras pedaladas irían acompañadas de emociones fuertes, me alegro de haber compartido contigo esa primera travesía pirenaica que afianzó nuestra amistad y solo puedo agradecerte enormemente que te hayas dejado engañar y acompañado a la que siempre fué mi segunda casa y que sean muchas más... Ya sabes que los Alpes nos esperan...

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  5. Que ruta más guapas, dos máquinas del pedal

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  6. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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