18 de junio de 2016

Pedals del Foc Non Stop Ultramarathon Series


La Pedals del Foc Nos Stop sería sin duda no solo la carrera más dura de mis algo más de veinte años de carrera ciclista, si no la carrera que me haría tocar techo en lo que a carreras e un día se refiere. Un día en el que llevé mi fuerza física y mental donde nunca antes lo había hecho. Han sido muchas las marchas de renombre en las que había participado hasta ahora, pero "Pedals" me marcaría para siempre...


Tanto mapa como perfil dan una buena idea de que esto no es de broma, ni un juego... Se juega al fútbol, al hockey, pero no se juega al ciclismo y menos aun en categorías ultramarathon.


Datos sobre el itinerario / Ficha técnica

  • Salida: sede de Pedals de Foc, C/Arnals, 8. Vielha (Lleida)
  • Llegada: sede de Pedals de Foc, C/Arnals, 8. Vielha (Lleida)
  • Distancia total: 218 km
  • Desnivel positivo total de ascenso: 6.200 m
  • Desnivel negativo total de descenso: 6.200 m
  • Altura máxima: 2.268 m (Collado de Portella Blanca)
  • Altura mínima: 973 m (Llesp, Valle de Boí)
  • Altura media: 1.600 m
  • Tipo de terreno: 61% pista forestal, 31% carretera semi-asfaltada, 8% camino
  • Collado más largo: Coll de Triador (2.140 m), 12 km de subida al 7,5%
  • Collados más duros: Coll de Serreres (1.355 m) 3,8 km al 9,3% / Coll de Peranera (1.595 m), 9 km al 7% (3 km al 9%)
  • Pueblos: Vielha, Senet, Vinyal, Ginast, Vilaller, Llesp, Iran, Irgo, Gotarta, Raons, Malpás, Castellars, Erta, Sas, Sentís, Les Esglèsies, Guiró, Astell, La Torre de Capdella, Espui, Espot, Son, Sorpe, Borén, Isil, Alòs d’Isil, Montgarri, Bagergue, Unha, Gessa, Artíes, Garòs, Casarilh, Betrén, Vielha.

Distancias desde el inicio del recorrido

  • Vilaller: km 34
  • Coll de Serreres: km 39
  • Castellars: km 65
  • Coll de Peranera: km 77
  • Les Esglèsies: km 85
  • Coll de l’Oli: km 93
  • Espui: km 106
  • Coll de Triador: km 118
  • Coll Portella Blanca: km 129
  • Espot: km 149
  • Son del Pi: km 162
  • Alòs d’Isil: km 175
  • Montgarri: km 193
  • Vielha: km 218
  •    
Con toda esta cantidad de datos metidos en mi cabeza me preparaba para el que sería el exámen más difícil de mi vida, tanto que terminarlo ya sería para nota y solo hecho de ponerse bajo la pancarta de salida con la terrible meteo que sacudía el Pirineo  en esos días era merecedor de un premio, en este caso en forma de meta. Así que tras no pocos problemas para comenzar el viaje, carambolas de la vida me hacen reunirme en Huesca con mi amigo Pepe, un auténtico depredador de retos faraónicos como el cruce del Atlántico en piragua u otros como este en los que su poca experiencia no son un impedimento para acompañar mis pedaladas.



El viaje se hace ameno. Entre conversaciones sobre la pasión que sentimos por conocer todo lo que hay ahí afuera y algun repostaje pronto nos encontramos atravesando el valle de Arán, donde las nubes van y vienen como presagio de lo que se nos venía encima.



Llegamos a nuestro hotel asignado en Vielha, preparamos el material e intercambiamos impresones sobre la meteo revisada a cada momento como si con ello consiguiéramos frenar la inevitable tormenta que marcaría esta carrera. Ya en el briefing nos confirmarían que el agua nos acompañaría durante gran parte de la prueba pudiendo incluso nevar provocando unas temperaturas extremas que nos pondrían aun más a prueba.


Si ya dormimos pocas horas para llegar hasta aquí, menos aun tendríamos para descansar esa noche. A las 4:00 am ya estábamos en pie dando cuenta de un buen desayuno que nos hiciera cargar depósitos más que nunca y momentos después abandonábamos al habitación para dirigirnos a la linea de salida.




Nada más salir a la calle comienza la esperada lluvía. Salir ya mojados desmoraliza a cualquiera, pero allí estábamos y no habíamos hecho ese largo viaje para quedarnos en la cama.





A las 5:00 am dan la salida y Pepe y yo nos despedimos mientras nos deseamos la mayor de las suertes. Nada más salir del nucleo urbano encaramos una larga subida hormigonada que nos conduciría hasta el famoso tunel de Vielha y compruebo en sus primeras rampas que no llevo las piernas esperadas. Aun sigo pagando la cuenta pendiente con mi travesía de 1200 kms por las Highlands escocesas y ni el descanso ni las manos de mi fisio han conseguido volver a darme el tono que necesitaba. Decido no agobiarme y salir conservador, se que me van las kilometradas y que las inclemencias no hacen más que motivarme aun más.



A pesar de mi ritmo tranquilo no dejo de pasar gente. En el puerto me cuesta más progresar pero una vez en el tunel aprovecho el rodar a cubierto y remonto todas las posiciones posible tras haber salido en las últimas posiciones. La bajada desde el tunel sería auténticamente heladora con una intensa lluvia que se cobraría la retirada de los primeros indecisos que no ven la situación clara. Aprieto los dientes y fijo la mirada en un horizonte que tras algunos kilómetros comienza a clarear y a darnos una mínima esperanza, al menos de continuar un poco más.



Como por arte de magia cesa la lluvia y el cielo se apiada de nosotros. Parece ser que la predicción de la organización se cumpliría y en esta vertiente tendríamos una tregua que por suerte se alargaría más de lo esperado. Aun sin hambre paro en el avituallamiento de Vilaller y afronto los siguientes puertos de Serreres y St Salvador que aunque de menor envergadura, sus duras rampas y firme embarrado ponen un plus de dificultad a la prueba, sobre todo en el descenso donde las raices y roca lavada nos hacen en ocasiones casi imposible bajar incluso a pie.






El tiempo pasa volando y cuando me vengo a dar cuenta ya estoy ascendiendo el coll de Paranera. Sigo sin llevar el ritmo que quería pero parece que me voy haciendo con la carrera. Intento no pensar en lo que queda, ni mirar delante o detrás en las muchas curvas de herradura, solo fijo la mirada unos metros por delante y no levanto cabeza hasta que no me hago con cada uno de los puertos.





Aunque había superado ya cuatro de las siete cotas, restaban más de la mitad de los kilómetros y estaban por llegar los platos fuertes. El primero sería el coll de Oli, que sin ser mas duro que los que le precedían si que tenía la peculiaridad de que toda su parte final habría que superarla a pie relentizando aun más la marcha y exigiendo al cuerpo hacer un esfuerzo extra.




El descenso sería igual de penoso y los resvalones y torceduras de tobillo se hacían más frecuentes de lo deseado.





Por momentos la situación se hace impracticable y los minutos caen como una losa mientras se agotan las fuerzas cada vez más. Esto no había hecho más que comenzar...




Por fin consigo llegar al ecuador del trazado situado en la Torre de Cabdella y aprovecho para hacer la comida fuerte del día. Me lo tomo con algo más de calma que en los anteriores pero la lluvia hace que tenga que apresurarme e intente salir de su radio de acción evitando así que me acompañe durante la ascensión al verdadero juez de la carrera, El Coll De Triador y su cresterío final donde ya se empezaría a intuir quienes terminarían siendo finisher. No dejo de acordarme de mi compañero Pepe, pero su carácter de superviviente me anima a seguir a sabiendas que el nunca abandonrá. Mención especial merecen las féminas participantes cuyo nivel estaba muy por encima del visto en otras citas.




Las continuas herraduras de este coloso cruzan sus laderas de un lado a otro durante casi treinta kilómetros en los que las nubes jugarían con nosotros a su antojo creándonos más incertidumbre si cabe de lo que encontraríamos una vez consiguieramos coronar su cima Iñaki Lejarreta a 2140m de altitud.



El paisaje se va abriendo cada vez más y las nubes nos dejan entreveer el magestuoso paisaje que nos rodea.



Superados los 2000m nos recive un viento feroz que convierte los últimos kms en un auténtico camino de penitentes. Para cuando conseguimos coronar es tal el frío que apenas podemos comer algo. Hacemos grupeta los cinco que allí estámos y marchamos rápidos del lugar.




Nos dejamos caer para cambiar de valle buscando el abrigo de unas montañas que nos irían remachando con un eterno cresterío al que no le veíamos fin hasta llegar a la Portella Blanca. Tras superar la última de las puntillas buscamos a gran velocidad la pequeña población de Spot donde la organización haría el filtro. Aunque sobrados en nuestro grupo decidimos no bajar el ritmo a la vista de la terrible tormenta que se avecina. Solo los numerosos grupos de vacas parecen sentirse agusto con ese panorama.





Cuando parecía que habíamos pasado lo peor nos vemos de nuevo sufriendo más de la cuenta durante algo más de veinte kilómetros por un terreno duro a la par que técnico en el que haríamos delicias con los amigos en un día cualquiera pero que a estas alturas suponía un terrible hachazo físico y moral al ver que el relojo corría más que los kilómetros.





Para cuando conseguimos llegar al avituallamiento de Isil ya nos ha cazado la tormenta endureciendo el último y más fácil de los puertos del día, el alto de Montgarri que a pesar de tener porcentajes mas asequibles se terminaría convirtiendo en el más sufrido de todos sobre todo desde el pueblo que le da nombre hasta el alto de Pla de Beret donde un auténtico rompepiernas bajo la lluvia, granizo ya para algunos pondría sus fuerzas al límite no pudiendo ya ni dejarse caer en la parte final del recorrido hasta la meta. Gracias a un trío de bikers amigos consigo deshacer esta última parte con mayores garantías ya que en solitario hubiera sido un auténtico calvario.





Aprieto más que nunca los dientes y consigo coronar en Baqueira entre una fila de coches que a toque de cláxon animaban a todos los supervivientes a su paso. Abandono la carretera y acometo las primeras trialeras de la bajada que sin ser excesivamente técnicas si están muy expuestas y la cantidad de piedra y barro que las forman convierte este último tramo en una trampa sin sentido. finalmente consigo volver a la carretera donde aprovecho para abrigarme lo máximo posible ya que no soporto el terrible frio que corta mi cara. finalmente y aunque con un tiempo muy superior al deseado consigo entrar en un Vielha que apura las últimas luces del día cruzando la meta de esta inolvidable Pedals Non Stop con una sonrisa por este gran reto conseguido.



Con una hipotermia que solo consigo aplacar con un baño de agua hirviendo y una cena que a malas penas entra en el cuerpo, consigo recuperar el tipo y vuelvo a meta a esperar a mi compañero que ha luchado aun más si cabe para tambien poner fin a esta maravillosa locuara que es la Pedals del Foc Non Stop.



Las caras lo dicen todo....

     

2 comentarios:

  1. ¡¡JODER NAKO¡¡
    MI MÁS SINCERA ENHORABUENA POR LA MAGNIFICA GESTA DEPORTIVA CONSEGUIDA. DESPUÉS DE ESTE RETO, MUY POCAS METAS ULTRAS SE TE PODRÁN RESISTIR.

    PARA LA PRÓXIMA VEZ QUE TE PASE, HAY UN REMEDIO MUY SENCILLO PARA PREVENIR LA HIPOTERMIA Y EL FRÍO, Y CONSISTE EN EMBADURNAR LOS BRAZOS, DEDOS, PIERNAS, CARA, PECHO O CUALQUIER ZONA EXPUESTA CON VASELINA FILANTE. CON ELLO CONSIGUE CERRAR LOS POROS, Y CREAR UNA CAPA AISLANTE DE TU PIEL CON RESPECTO A LOS ELEMENTOS (AGUA, NIEVE Y AIRE), DE TAL MANERA QUE TU ORGANISMO NO DESTINA MÁS ENERGÍA DE LA NECESARIA PARA MANTENER LA TEMPERATURA DEL CUERPO.
    EL COSTE DE UN KILO NO LLEGA A LOS 11 EUROS, Y PUEDES TRANSPORTAR LA CANTIDAD QUE NECESITES ( Y NO TODO EL BOTE) EN UNA BOLSA CON CIERRE DE ZIP, SIN OCUPAR APENAS ESPACIO EN LA MOCHILA.
    ESTE ES UN VIEJO TRUCO DE LA MILI, DE CUANDO ÍBAMOS DE MANIOBRAS A CHINCHILLA Y SALÍAMOS DE EMBOSCADA Y RECONOCIMIENTO 24 HORAS, CON UN FRÍO DEL CARAJO EN LOS MESES DE FEBRERO Y MARZO.

    LO DICHO, ENHORABUENA POR LA HAZAÑA, Y A SEGUIR DÁNDOLE DURO A LOS PEDALES.

    SALUDOS SHYLOCK

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  2. Muchisimas gracias!! La verdad es que se endurecio mas si cabe por las condiciones y ademas no llegaba en mi mejor momento de forma arrastrando mucho cansancio aun de esta intensa primavera, asi que me concentre en acabar y disfrutar. Tomo nota de tu aportacion, que a buen seguro me vendra bien en futuras ocasiones... un abrazo!!

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